Solo había tomado el Acros una sola vez en mi vida y no había estado satisfecho con los resultados que había obtenido. En aquella ocasión lo tomé en formato 120 y al saber que era un rollo de alto contraste decidí no forzarlo a pesar de que el día estaba bastante nublado y con muy poca luz, esto me obligó a disparar con la apertura máxima de mi lente y terminé por perder el enfoque crítico.
Está ocasión fue perfecta para darle otra oportunidad al Acros100 en otro formato: 35mm. Decidí que trataría de probar el rollo en distintas condiciones de luz para ver cómo reaccionaba, al fin tendría muchas más tomas que en formato 120 (10 exposiciones en 6x7 vs 36/39 en 35mm). También me puse una regla, solo usaría el 20mm, un gran angular con el que me gusta mucho disparar.
Las siguientes fotos que podrán encontrar aquí han sido seleccionadas a partir de esta hoja de contacto digital:
Antes de continuar con el resto de la nota, me gustaría dejar la parte técnica muy clara:
Cámara: Canon F1
Lente: Canon FD, 20mm, F2.8
Película: Fuji Acros 100 II
Revelador: D-96
Tiempo de revelado: 13 minutos
Dilución: stock
Temperatura y agitación: 20º + agitación rotatoria.
Platicando con Joshua de revelado me hizo saber que la decisión que tomé para revelar el rollo nos iba a dar un contraste medio con buenos detalles en altas luces y sombras. Justo lo que estamos buscando.
Para el escaneo tenemos la siguiente información técnica disponible:
Escáner: Noritsu HS-1800
Formato: TIFF
Profundidad: 8 bits
Resolución: Mediano
Medida en pixeles: 3089x2048
Al ser el líder del equipo de scan, la experiencia me permite decir que hay un mayor control al momento de escanear rollos Blanco y Negro en cualquiera de los equipos Noritsu, pudiendo afectar desde el escaneo las sombras y las altas luces de manera selectiva, es por eso que he decidido escanear el Acros en este escáner. Los escaneos grandes nos brindan una profundidad de 16 bits en TIFF, pero en esta ocasión, al no requerir una gran impresión consideré prudente escanear este negativo en Mediano, en caso de necesitar una resolución más grande, siempre se pueden re-escanear tus negativos.
Dejando la parte técnica de lado, las primeras 3 fotos seleccionadas las tomé el día del eclipse, un día nublado pero con bastante luz. Mis ajustes para exponer fueron los siguientes: F7 + 1/60. Estaba utilizando el Sunny16 que en este caso nos recomienda el Shady8 (si disparas en sombra, baja a F8). En el caso específico de la primera foto se utilizó la mayor apertura del lente (F2.8+1/30) para obtener un poco de detalle en las sombras a pesar del contraluz. Personalmente me gustó como el Acros guardó el detalle de las sombras en varias de las tomas, permitiéndonos así un archivo digital muy maleable e inclusive podría decirse que en un darkroom print también podríamos recuperar esta información al encontrarse directo en el negativo. Ese mismo día realicé un par de tomas más con luz disponible pero con el día ya un poco más nublado, en ese momento fue cuando comencé a considerar un push +1 para poder revelarlo y no obtener tomas subexpuestas.
Una práctica muy común dentro de mi fotografía es disparar el rollo a nominal, es decir al ASA indicado por el fabricante, y posteriormente revelarlo con un push +1 para obtener así mayor contraste y acelerar mi workflow en post-producción, logrando mi contraste deseado. También me ayuda a recuperar ese detalle en las sombras en situaciones de muy poca luz.
Al siguiente día, la fabulosa Ciudad de México me sorprendió con un día aún más nublado. Nubes grises que escurrían de agua de poco en poco en una ligera brisa que parecía sacada de una descripción de Tolkien. Me decidí a continuar tomando fotos a pesar del clima. Ese día logré la toma de la iglesia capturando todas las texturas que nos ofrece ese edificio con buen detalle a pesar de estar a contraluz.
En esa ocasión, casi perdimos todo el detalle en las altas luces del cielo, algo esperado aunque gracias a nuestra elección para revelar la película, logramos recuperar un poco de esos detalles en Lightroom, lo cual nos habla de una película profesional con gran latitud que nos va a permitir recuperar altas luces y sombras con detalle sin ningún problema. Tenemos la toma triangular del edificio que exponiendo para las sombras nos brindó todos los detalles de la pared y la toma del puesto de jugos que no tiene nada particularmente llamativo además de la retención del detalle en las sombras. Se sorprenderían lo mucho que se puede recuperar al trabajar tus fotos en Lightroom o algún otro software de edición de fotografías.
La última vez que disparé con Acros 100 (fue en 120) hice una serie de retratos y quedé sorprendido por la manera tan sutil en que este rollo renderiza los tonos de piel y comencé a preguntarme si sería igual en el formato que estaba disparando (35mm). Afortunadamente fue un día frío pero con bastante luz disponible, la cual se estaba colando a la sala del laboratorio de una manera en que nos serviría mucho tomar un par de retratos para ver cómo se comportaba el rollo.
Llamé a Diego y le pregunté si le podía tomar un par de retratos con el 20mm y él luciendo su mochila de Long Weekend. Los resultados fueron super satisfactorios. A pesar de encontrarnos en una situación de alto contraste (la luz disponible dura por el lado de la ventana y las sombras naturales que se generan al interponer un cuerpo entre la misma y el resto del espacio) logramos recuperar detalle en altas luces y sombras de nuevo, obteniendo un gris en la piel que se ve bastante bien y sobre todo nítido.
Me terminé el rollo, experimentando con las distintas situaciones de luz disponible que te puedes encontrar al hacer street photography y en todas esas situaciones, el Acros 100 terminó brillando.
También hice un par de experimentos en estudio con flash, los cuales debido a un error que cometí con los números guía del flash, no obtuve resultados utilizables para mi review del rollo, de igual manera aquí pueden encontrarlos.
Me gustaría recordar que el Fuji Acros 100 es el rollo blanco y negro con el grano más fino del mercado; al forzar el rollo usualmente el grano se revienta y entre más pasos lo fuerces más notorio se volverá, y en nuestras imágenes obtenidas a partir del push +1 con D-96 apenas es perceptible. Genuinamente lo podríamos comparar con películas de ASAs similares encontrando más grano en otras opciones como el Kentmere 100 o el Fomapan 100, si es cierto ambas no son películas de grado profesional, al tener el mismo ASA presentan un grano mucho más pronunciado y por ende, más visible.
Les presento en un resumen mis pensamientos y mis conclusiones sobre el Fuji Acros 100 II. Afortunadamente tuve la oportunidad de disparar uno de los hechos en Japón, por lo cual, el negativo aún conserva sus bordes clásicos Fuji. Actualmente el Acros 100 al ser el único rollo en blanco y negro ofrecido por el gigante japonés tiene una producción limitada para los usuarios de Japón, así como el Fuji 100 y el C200 (que se han vuelto variantes raras de emulsiones a color que hace 25 años eran muy comunes de encontrar, ahora se les conoce como la versión japonesa), y la mayoría de su manufactura se hace actualmente en Londres, por Harman Technology, la compañía que se encarga de hacer posibles los rollos Ilford.
Personalmente creo que es un rollo súper intencional, ya que dependiendo de tu toma de decisiones, puedes llegar a los resultados que concibas en tu mente de una manera muy fácil y que va a facilitar tu flujo de trabajo si tomas las decisiones correctas (exposición, revelador, escaneo). También creo que es un rollo gentil, es decir, si tu medición no fue la correcta y estás 1 o 2 pasos ya sea arriba o abajo (sobreexpuesto/subexpuesto) vas a poder recuperar un poco de ese detalle que se encuentra en el negativo.
Las recomendaciones en cuanto a sus usos son las siguientes:
-Retratos en exterior
-Arquitectura (es un gran rollo para arquitectura debido a su grano fino y gran nitidez)
- Situaciones de alto contraste (vas a poder recuperar muy bien ese detalle en altas luces y sombras)
- Trabajo en estudio
Escrito por Rodrigo Monroy, Jefe de Scan // @lifecouldbefilm //